Ya casi estamos en primavera y durante estos días los termómetros han subido en toda la península. Esta estación es ideal para los dueños de perros, ya que las temperaturas suaves y los paisajes verdes invitan a pasar el tiempo en el exterior en compañía de los animales.
No obstante, aunque esta estación nos ofrezca las condiciones perfectas para disfrutar de excursiones junto a nuestras mascotas, existen aspectos que pueden suponer un peligro para ellos si no tomamos las medidas necesarias. Esta semana queremos hablaros de la oruga procesionaria y de todos los riesgos que supone para los perros.
¿Qué es la procesionaria?
Es un tipo de oruga que puede ocasionarnos graves problemas si nuestro perro entra en contacto con ella. Cuenta con miles de pelos cargados de veneno que pueden afectar tanto a las personas como a los animales, tanto por contacto directo como al ser esparcidas por el aire o al pasar por una zona por la que éstas han pasado previamente.
Este animal vive cerca de los pinos donde ponen una bolsa en la que se desarrolla la larva. Estas bolsas son muy visibles por su color blanco y pueden alcanzar dimensiones de hasta 20 centímetros. Entre los meses de febrero y abril, abandonan estas bolsas y bajan por el con el objetivo de enterrarse en el suelo donde termina su desarrollo y volar en julio como mariposas.
Por eso, es en esta época cuando surgen los riesgos y problemas con los perros.
¿Qué riesgos puede suponer para los perros y cuáles son sus síntomas?
Puede causar varias lesiones en los perros:
¿Cómo debo actuar si mi perro se ve afectado?