Que un perro tenga mocos puedes ser un importante problema para él, ya que es el sentido que tienen más desarrollado. Normalmente, para saber si se trata de un problema serio debemos fijarnos en el color de sus secreciones nasales:
Aunque las razones por las que nuestra mascota tiene mocos pueden ser muchas, normalmente, suelen ser causados por:
Alergias. Al igual que las personas, los perros pueden ser alérgicos, algo muy común en esta estación. En este caso sus mocos serán trasparentes.
Los síntomas más comunes serían mocos, estornudos, tos, picazón y, a veces, sangrado de nariz.
La mejor alternativa es evitar lo que provoca la alergia, por ello acude al veterinario, quien le realizará pruebas y/o le recetará tratamiento.
Infección. Como hemos dicho antes, los mocos amarillos y verdes puede significar el animal tiene una infección.
Otros síntomas serían mal olor, hemorragias, tos, etc.
Como el tratamiento depende de la causa de la infección es esencial acudir al veterinario.
Moquillo. Esta enfermedad suele provocar mocos amarillos y pegajosos, asimismo otros de sus síntomas son fiebre, neumonía y espasmos.
El mejor tratamiento para el moquillo es la prevención mediante la vacunación, si nuestro perro sufre moquillo es muy importante que acudamos al veterinario.
Algo atrapado en la nariz. Si esto ocurre el animal intentará rascarse el hocico, estornudará y puede sangrar.
Para solucionarlo, si podemos ver lo que tiene incrustado en la nariz con facilidad podemos sacárselo con unas pinzas, si no, acudiremos al veterinario.
¿Qué tengo que hacer si tiene mocos?