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Foto de perro oliendo el objetivo de la camara

Mi perro tiene mocos: ¿Qué tengo que hacer? - Clínica Veterinaria

Que un perro tenga mocos puedes ser un importante problema para él, ya que es el sentido que tienen más desarrollado.  Normalmente, para saber si se trata de un problema serio debemos fijarnos en el color de sus secreciones nasales:

  • Si son transparentes o blancos, quiere decir que no hay infección.
  • Si son amarillos, puede significar que comienza a haber infección.
  • Si son verdes, hay infección.
  • Si son con sangre puede significar que el grado de inflamación es elevado.

Aunque las razones por las que nuestra mascota tiene mocos pueden ser muchas, normalmente, suelen ser causados por:

Alergias.  Al igual que las personas, los perros pueden ser alérgicos, algo muy común en esta estación. En este caso sus mocos serán trasparentes.

Los síntomas más comunes serían mocos, estornudos, tos, picazón y, a veces, sangrado de nariz.

La mejor alternativa es evitar lo que provoca la alergia, por ello acude al veterinario, quien le realizará pruebas y/o le recetará tratamiento.

Infección. Como hemos dicho antes, los mocos amarillos y verdes puede significar el animal tiene una infección.

Otros síntomas serían mal olor, hemorragias, tos, etc.

Como el tratamiento depende de la causa de la infección es esencial acudir al veterinario.

Moquillo. Esta enfermedad suele provocar mocos amarillos y pegajosos, asimismo otros de sus síntomas son fiebre, neumonía y espasmos.

El mejor tratamiento para el moquillo es la prevención mediante la vacunación, si nuestro perro sufre moquillo es muy importante que acudamos al veterinario.

Algo atrapado en la nariz. Si esto ocurre el animal intentará rascarse el hocico, estornudará y puede sangrar.

Para solucionarlo, si podemos ver lo que tiene incrustado en la nariz con facilidad podemos sacárselo con unas pinzas, si no, acudiremos al veterinario.

¿Qué tengo que hacer si tiene mocos?

  1. Si notamos que tiene mocos, debemos fijarnos en su color y en si tienen sangre.
  2. También debemos observar si tiene la nariz extremadamente seca o más pálida de lo habitual.
  3. Comprobaremos también cómo respira. Si el sonido es diferente o más alto de lo normal, esto podría significar problemas respiratorios.
  4. Acude a tu veterinario para que te asesore sobre qué le pasa y el tratamiento más adecuado.

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