Aunque hay mascotas muy tranquilas, puede darse el caso de que no lo sean tanto cuando se trata de ir al veterinario porque sienten miedo. Cuando esto sucede, el animal puede pasar un mal rato en consulta, motivo por el que es mejor ayudarle a que no tenga esa sensación. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, os hablamos de ello.
Para que nuestros animales no lo pasen mal, los expertos comentan que, lo mejor, y siempre que sea posible, es esperar fuera de la clínica hasta que llegue el turno. En este caso lo más oportuno es llegar con tiempo, avisar de que se ha llegado, y tal vez dar un paseo por las inmediaciones. Oler puede ayudarles a sentirse más cómodos.
Por otra parte, tener a su alrededor cosas con las que están familiarizados, es una buena idea, por lo que es aconsejable ir al veterinario con algunos juguetes. No obstante, también podrían ser otros objetos, como una toalla o incluso una manta que para ellos sea importante. La comida también sería otra de las cosas que podríamos llevar dado que se entretendrían con ella y no pensarían tanto que no están en casa.
En caso de que el animal precise un bozal para ir al veterinario, que éste sea suyo y no uno que presten en la clínica. Si lleva uno que huele a su hogar estará mucho más tranquilo que uno que huela a productos de limpieza por haber sido usado por otros animales.