Como adelantamos en nuestra anterior publicación, hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles continuamos con el tema de la leishmaniosis canina, aunque centrándonos en la presencia que tiene en España, su diagnóstico y su prevención.
En lo referente a la presencia de la leishmaniosis, podemos decir que es superior al 70% y que cada vez el contagio es mayor. Esto se debe, principalmente, al cambio climático. Puede parecer una tontería pero, gracias a él, los flebotomos han terminado extendiéndose por todo el país.
Por otra parte, es posible que nuestro perro tenga la leishmaniosis pero que no nos hayamos dado cuenta de ello. Hay que tener presente que el periodo de incubación de la enfermedad puede variar entre 3 y 18 meses.
No obstante, en cuanto notemos el primer síntoma, hay que hacerle una revisión al perro con la que saber si se ha contagiado de leishmaniosis o no. El diagnóstico, por lo tanto, se llevará a cabo a través de una serie de pruebas que se harán al mismo tiempo (se tomará una muestra de médula ósea o ganglio linfático, además de pruebas serológicas).
Sin embargo, y aunque y no notemos nada en el perro, lo recomendable es que lo llevemos a revisión una vez al año y que así, en caso de que haya contraído la enfermedad, se disponga de tiempo para realizar un tratamiento de control de síntomas, reduciendo así el riesgo de muerte.
De igual forma, también hay productos que ayudan a que el perro no se pueda contagiar. Nos refereimos a los espráis, pipetas y collares que otorgan cierta protección contra la picadura del flebotomo puesto que el efecto de estos es repelerlos. Aunque, como consejo, podréis protegerlo mucho más si lo mantenéis en casa durante las tardes de los meses más cálidos y usáis mosquiteras en caso de que su zona de descanso se encuentre en el exterior de casa.