Como ya os comentamos anteriormente, hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, vamos a terminar de contaros ciertos comportamientos del conejo que se corresponde con el lenguaje corporal del animal.
Retomamos el tema hablando de cómo marcan el territorio con la barbilla. Ellos, al igual que lo hacen los gatos o los perros, también tiene su forma de hacerlo, y en este caso es frotando la barbilla contra el objeto que entiende que es de su propiedad. Esto es algo que también puede hacer con sus dueños.
Cuando los conejos se enfadan, podremos notarlo al ver cómo patean el suelo con una pata trasera, pero también cuando intenta morderte o embestirte. No obstante, si hace ruidos similares a los del cerco, sabremos que nuestro conejo está gruñendo.
Pero patear el suelo con la pata trasera no sólo puede indicar enfado en el conejo, sino también que éste siente peligro y, dada su naturaleza, es la forma que tiene de avisar a sus congéneres de que puede avecinarse algo malo.
Si por el contrario le vemos mordiendo los barrotes de la jaula, es que quiere salir, y si gira la cabeza, salta, deja caer el cuerpo al suelo es porque está feliz; si además corre, es que estará mucho más que feliz. Por otra parte, si se tumba sobre su panza y con las patas traseras estiradas, será porque está relajado, aunque esto es algo que también muestran cuando se agazapan escondiendo las patas debajo de él y echan las orejas para atrás.
Como último dato sobre el lenguaje corporal de los conejos, destacamos también que si da vueltas alrededor de tus pies y trata de montar todo lo que encuentre es que está en celo. Y, como curiosidad en lo referente a las hembras que hayan sido castradas, éstas pueden sufrir un embarazo psicológico. Podemos darnos cuenta de ello si la vemos construir un nido con paja y los pelos de su barriga, que se arrancan ellas mismas para que las crías las reconozcan con mayor facilidad.