Muchos son los que tienen un conejo como mascota, animales que son más inteligentes de lo que parecen, pero a los que no podemos comprender bien si no entendemos su lenguaje corporal. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles os hablamos de ello.
Al igual que nosotros, los conejos se pueden enfadar si consideran que su dueño no ha hecho algo bien, pero también son capaces de demandar muestras de cariño y llamar nuestra atención para tener lo que quieren.
Por ejemplo, si escuchamos que emiten un chillido muy potente lo más probable es que sientan un gran dolor, por lo que habrá que examinarlos por si tienen alguna lesión externa, pero la opción más recomendable es llevarlo al veterinario si la situación persiste. Por otra parte, si vemos que se queda más quieto que de costumbre, no interactúa o no come o bebe lo acostumbrado, podría ser un síntoma de que el conejo no se encuentra bien. Es importante que lo observéis porque, si este comportamiento se prolonga, podría estar enfermo.
Por otra parte, si respira apresuradamente, tensa los músculos de la cara, abre mucho los ojos y aprieta las orejas contra el lomo, es que tiene miedo. Esto es algo a tener en cuenta porque, estando así, podría no ser un buen momento para tocar al animal. Lo preferible es que se haga cuando él se acerque a nosotros y baje las orejas. Pero, en caso de que nos dé la espalda, entenderemos que el conejo no quiere que lo toquemos y que lo mejor es que lo dejemos tranquilo.
En nuestra siguiente publicación os contaremos más sobre el lenguaje corporal de los conejos, por lo que os recomendamos que no os lo perdáis si queréis estar informados de todos sus comportamientos.