Cuando nuestros perros sienten dolor, pueden darse cambios en su comportamiento, y es importante que sepamos reconocerlos para poder ayudarles. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, os hablamos de ello.
Hay que saber que los cambios que pueden darse a consecuencia del dolor, se clasificarían como cambios en la conducta normal del animal y la desaparición de ésta o la aparición de nuevas conductas.
Los cambios que podrían observarse se darían, por ejemplo, en la conducta alimentaria. Podría producirse una reducción del apetito, ingesta de alimento o que quisiera sólo una comida en concreto. También tendríamos el caso de que se disminuya la actividad, ya que veríamos que pasan más tiempo en su lugar de descanso, tumbados, y sin ganas de acudir a un llamamiento.
Asimismo, también pueden dividirse en alteraciones del sueño. Esto implicaría que el dolor empeorara el descanso nocturno y que busquen estar con nosotros o deambulen por la casa. Otro de los cambios sería a la hora de jugar, ya que podrían cansarse rápidamente o, directamente, no querer hacerlo.
En cuanto a lo que señalábamos al principio sobre aparición de nuevas conductas, hay que destacar que un perro que sufre dolor puede mostrar diversas conductas que pueden ser consecuencias más o menos directas de éste; no obstante, también puede suponer que se empeoren problemas de comportamiento ya existentes.