Aunque los gatos son animales que tienen muy buena higiene ya que ellos mismos se limpian mucho, hay ocasiones en las que tenemos que bañarles y eso no es una tarea sencilla dado que a muchos no les gusta demasiado el agua. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles os damos algunos consejos para conseguirlo.
Lo primero es que tendrán que acostumbrarse al cuarto de baño. Si vuestro gato no entra en esa zona es posible que se sienta incómodo cuando le llevemos allí y le obliguemos a quedarse. Teniendo esto en cuenta, es una buena idea animarle a que entre y que lo vaya asociando con algo bueno y positivo. Una forma de hacerlo sería colocando allí parte de su comida o sus juguetes.
Cuando veamos que ya no le resulta un lugar extraño, tendremos que acostumbrarlo a la bañera. Podemos hacerlo poniendo un premio que no le demos normalmente dentro de ella, pero si no funciona habrá que recurrir a otros métodos ya que no os aconsejamos que lo empujéis ni le metáis vosotros dentro.
Para tener un buen resultado, repetiremos el proceso periódicamente hasta que veamos que ya entra él solo al baño. En cuanto lo haga, tendremos que ir poniendo un poco de agua en la bañera para que también se acostumbre a ello, dejando nuevamente que sea el gato quien decida cuándo entrar.
En el momento en el que observemos que ya se siente cómodo con el agua, podemos interactuar con él, por ejemplo, peinándolo con un cepillo húmedo o jugando. De esta forma, poco a poco tendrá más confianza y haremos que el baño no se convierta en algo traumático.