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Alergias en mascotas - Clínica Veterinaria

Las alergias ambientales no sólo nos afectan a nosotros, sino también a nuestras mascotas. Esto es una de las cosas que más preocupa a los dueños dado, en la mayoría de los casos, los síntomas son dermatológicos. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, os hablamos de ello.

ALERGIAS MEDIOAMBIENTALES EN MASCOTAS

Podrían definirse como una reacción del sistema inmunitario del animal cuando entran en contacto con determinados alérgenos, bien sea a través de la piel, por inhalación o ingiriéndolos.

Los alérgenos pueden ser pólenos (frecuentes en primavera), ácaros y hongos (más propios de los meses de otoño). Estos serían los responsables de problemas dermatológicos como prurito, irritación o enrojecimiento. No obstante, los problemas que pueden generar también afectan al sistema respiratorio.

No se podría decir que repercutan igual en todos los animales ya que hay especies, como el perro, que son más susceptibles a ellos; esto también hace que los síntomas o distribución de lesiones dependan del animal que sea. Los síntomas más comunes pueden ser inflamación, rascado, lamido excesivo, otitis, infecciones superficiales de piel, pérdida de pelo, conjuntivitis y queilitis.

Para tratar las alergias, hay una amplia gama de tratamientos, como medicaciones de corto, medio y largo plazo. Se administrarán dependiendo del tipo de alergia y de la frecuencia con la que se den episodios. Por otra parte, también está la opción de usar tratamientos de desensibilización, lo que vendría a ser su «vacuna para alergia«.

Para prevenirlas, hay que identificar el alérgeno que afecta al animal. Por ejemplo, si es el polvo, habrá que ser más concienzudo en la limpieza de casa. No obstante, hay que tener presente que también el baño frecuente puede ayudar a disminuir la carga alergénica, además de que hidrata, calma y ayuda a que la piel se recupere.

Las alergias ambientales en mascotas son generalmente provocadas por agentes que normalmente no son dañinos como el polen, los ácaros y los hongos.

La alergia ambiental en un animal es una reacción exagerada del sistema inmune ante un elemento externo (alérgeno) que puede ser cualquiera de los tres agentes mencionados.

El cuerpo responde a una “falsa alarma” y lo hace de una forma excesiva, causando daños en el organismo.

La piel ejerce como barrera frente a sustancias dañinas. Los alérgenos suelen penetrar en el cuerpo a través de la piel, y en menor medida, pueden ser inhalados. Hay mascotas que tienen predisposición genética a presentar una alteración en la piel y serán más susceptibles de desarrollar una alergia ambiental.

Tu mascota debe estar en contacto con el alérgeno durante un período de tiempo para que el organismo se vuelva sensible a él.

Suele aparecer cuando la mascota es joven; la mayoría muestra síntomas entre los seis meses y los tres años de edad, aunque a veces aparecen más tarde.

En el caso de los perros, puede aparecer en cualquier raza o cruce, pero se ve sobre todo en el bulldog inglés y francés, caniche, labrador o dálmata.

Síntomas de la alergia ambiental en mascotas

El síntoma principal de una alergia ambiental en el animal es el picor, por lo que tu mascota se rascará, mordisqueará, lamerá o se frotará contra paredes o muebles. También puede aparecer otitis recurrentes, picor en labios y párpados, y lamido de las extremidades anteriores. También encontramos lesiones en tronco, ingles, abdomen y axilas, dependiendo de la intensidad de la alergia.

Como consecuencia de ese picor y el rascado, aparecerá enrojecimiento, infecciones secundarias, incluso heridas si el picor es muy intenso. Si la alergia ambiental en el perro lleva mucho tiempo sin ser tratada, la piel aparece engrosada e incluso con un color grisáceo que recuerda a la piel de un elefante. Alopecias (falta de pelo) secundaria al rascado.

Es complicado distinguir una alergia ambiental a simple vista. Cuando tu mascota se rasque, antes de diagnosticar una alergia, siempre hay que descartar parásitos, infecciones, pulgas, sarnas, alergia alimentaria y hongos, que en ocasiones causan síntomas parecidos.

Para diagnosticarla se suelen realizar:

Prubeas de alergia en sangre: se mide un tipo de proteína que se eleva en casos de alergia, las inmunoglobulinas G y M, que son anticuerpos específicos que atacan a los alérgenos considerados peligrosos para el organismo, pero en el caso de una alergia no lo son.
Intradermoreacción: el veterinario inyecta en la piel una pequeñísima cantidad de alérgenos y verá la reacción que tenga la piel (normalmente el tamaño de la roncha que se forma).

Tratamiento

La mayoría de los tratamientos consisten en inmunosupresores o inmunomoduladores, es decir, disminuyen la respuesta del sistema inmune para que no reaccione frente a los alérgenos. El problema es que el sistema inmune no solo no responde frente a alérgenos, también puede dejar de funcionar contra verdaderas amenazas, como virus o bacterias. Se pueden administrar de forma oral como pastillas o jarabe, inyectados o en pomada si el problema está localizado en una zona pequeña. incluyen cortisona, ciclosporina, oclacitinib (apoquel) y lokivetmab (cytopoint). Siempre se deben administrar bajo control veterinario por los efectos secundarios que pueden provocar.

Por otro lado, inmunoterapia alérgeno específica, inyectable o sublingual. Cuando se realizan las pruebas de alergia y se detectan los alérgenos se puede preparar esta inmunoterapia. Trata de crear tolerancia a aquello que produce alergia, es decir, que el sistema inmune no reaccione.

También los antihistamínicos, que en el caso de los perros no suelen funcionar en las alergias ambientales de estos.

Y si hay infecciones secundarias, antibióticos o antifúngicos.

Existen muchos productos que ayudan a mejorar la función de la piel como barrera protectora. Con ellos conseguirás que los brotes de alergia se espacien en el tiempo y necesitarás menos dosis de medicamentos para controlarlo.

– Ácidos grasos omega 3: Aportan EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), los cuales cumplen una función antiinflamatoria importante.
– Ácidos grasos omega 6: Aportan GLA (ácido gama linolénico) importante para la reconstrucción de la barrera cutánea.

También existen cápsulas orales, pipetas, dietas especiales para alergias ambientales con más ácidos grasos que ayuden a la cicatrización y favorezcan la hidratación de la piel, etc.

Del mismo modo, champús con clorhexidina y fitosfingosina que ayuden a mentener la piel limpia, eliminan los alérgenos que se encuentran sobre la piel, hidratan y ayudan a controlar infecciones secundarias leves.

Si tu mascota sufre una reacción alérgica grave, debes acudir al veterinario de inmediato, ya que, si no se trata, el shock anafiláctico puede ser fatal.

En Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles estamos a tu disposición y la de tu mascota para que la alergia sea controlada y tu animal sea tratado de la mejor manera. Con nosotros, tu mascota está en las mejores manos.