En muchas ocasiones hemos oído decir eso de que “A mí no me gustan los gatos porque son demasiado ariscos, muerden y arañan constantemente”, pero lo cierto es que no todos son así y que, con cierto tacto, es muy fácil ser amigo de ellos.
Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, os damos algunos consejos para que os llevéis bien con los mininos.
- Primero, y regla fundamental, es que a la hora de jugar no es recomendable que uséis manos o pies, sino que es preferible utilizar juguetes específicos para gatos.
- Respecto a los juguetes, nuestro consejo es que, para que el animal no se enfade, los lancéis lejos para que así puedan cazarlos y no contra ellos, que suele ser la práctica más habitual.
- De igual forma, no es bueno educar a los felinos mediante golpes o gritos porque eso sólo hará que nos tengan miedo y que, ante la menor señal de peligro, puedan llegar a atacarnos. Se deben encontrar otras formas para que aprendan.
- Por otra parte, si lo que queréis es que el gato se acerque a vosotros al llamarlo, no lo miréis directamente y, por supuesto, tampoco le gritéis. Hay que darle tiempo y espacio ya que los gatos, generalmente, se acercan a aquellas personas que parecen estar más tranquilas.
- También es importante tener en cuenta que, para ganarnos la confianza y cariño del gato, no hay que molestarlo cuando esté haciendo sus necesidades, ya que eso les puede causar algún trauma, ni tampoco hacerlo cuando están durmiendo.
- Cuando queráis acariciarlo no lo arrinconéis ni lo bloqueéis, ni tampoco comencéis a tirarle de la cola o cogerle de la piel del cuello. Esto es algo que a los gatos no les gusta nada y podrían volverse contra vosotros.
- Por último os aconsejamos que, si no estáis seguros de si al gato le gusta o no estar en brazos, no lo cojáis muy a menudo. Aunque es un gesto inocente el animal podría atacarnos porque prefiera seguir en el suelo a estar incómodo en brazos de alguien.