Ir con nuestros perros a la playa es muy divertido y una buena experiencia tanto para ellos como para nosotros, pero hay que tener mucho cuidado porque el mar podría causarles algún que otro problema. Nos referimos a una posible intoxicación por agua salada, algo de lo que hoy os hablamos desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles.
Aunque resulte raro y creáis que el agua de la playa es inofensiva, os sorprendería saber lo dañina que podría ser para nuestras mascotas, tal y como comenta el Centro Estadounidense de Ayuda para los Envenenamientos en Mascotas.
Si no somos conscientes de si el perro ha ingerido o no agua salada, hay síntomas que ayudan a saberlo, como vómitos, diarrea, letargo, inapetencia, dificultades a la hora de caminar, sed excesiva, lesiones en los riñones, convulsiones, temblores, coma o incluso la muerte si no se detecta a tiempo.
Sin embargo, puede que el más notorio sea el comportamiento extraño, es decir, que el perro esté confundido o lento por el sodio. No obstante, si se da el envenenamiento, hay que destacar que no hay tratamiento específico.
Por esto último, hay que prestarles mucha atención pero, para evitar que nuestros perros quieran beber agua del mar, se recomienda tener siempre a mano agua dulce para que beban siempre que tengan sed.