En ocasiones nos podemos encontrar con que nuestro perro tiene problemas para orinar donde debe por mucho que nos esforzamos. Cuando esto ocurre, no hay que perder la paciencia, sino más bien encontrar la forma de hacerlo sin desesperarse. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, os damos algunos consejos al respecto.
Aunque sea frustrante, no podemos castigar al animal porque, con dos meses, no sepa hacer las cosas como queremos. La idea de que haga caso a las frases modelo como «En el salón, no. En el baño, sí», no es algo que vaya a pasar así como así. Hay que pensar que para los perros todo el suelo es igual aunque noten el cambio de texturas. No obstante, si lo llevas a un jardín y se aprecia mejor ese cambio, le será más fácil comprender dónde sí puede y dónde no.
Para que el cachorro lo tenga más fácil, es bueno recurrir a empapadores para que haga pipí. Pero no hay que poner sólo uno en el sitio en el que queramos que lo haga definitivamente porque el perrito puede no llegar a tiempo. Ellos entenderán que ahí es donde deben hacerlo por la textura, que la reconocen fácil, tal y como ocurre con los periódicos; si además huelen un poquito a orina, mejor porque lo asociarán. Por ello, os recomendamos que pongáis un empapador en cualquier zona que frecuente el animal.
Os daremos nuevos consejos en nuestra siguiente publicación.