Si te has llevado un hurón bebé a casa es importante que sigas unas pautas básicas para criarlo sano y para que más adelante puedas comenzar con los cuidados de hurón adulto.
Cuando llevas una mascota bebé a un nuevo hogar es importante informarse y conocer algunos datos clave que te hagan más fáciles sus cuidados y más si vas a viajar con el animal hasta tenerlo en casa. Los hurones nacen con los ojos cerrados y apenas tienen pelaje. Sus primeros días consisten en amamantar y dormir, luego en torno a los 20 días sus pequeños ojos comienzan a abrirse. Fecha también en la que ya se percibe el color del manto que tendrá a lo largo de su vida.
Es conveniente que cuando tu hurón bebé llegue a casa, preguntes en el refugio o tienda donde lo adquiriste qué alimento estaba tomando para hacer el cambio de manera gradual. De esta forma, su estómago no se verá perjudicado ya que a veces los cachorros son sensibles a los cambios bruscos de comida. Y al igual que a todas las mascotas: agua fresca siempre. Puedes optar por un plato o incorporar a la jaula un bebedero de pico (esta opción es más higiénica).
Por otro lado, a pesar de que disfrutan corriendo por casa y por el césped es evidente que los hurones necesitan una jaula donde poder tenerlos seguros. Procura que sea una jaula donde el animal tenga bastante espacio y decórala con cuevas, hamacas y tubos porque según van creciendo se vuelven muy curiosos y activos.
Es conveniente tener en cuenta los siguientes factores:
Alimentación
Los hurones crecen muy rápido y su intestino es corto. Necesitan una dieta alta en contenidos grasos y proteínas. El exceso de hidratos de carbono puede ser perjudicial para ellos.
Una dieta variada
Es desaconsejable alimentarlo sólo a base de pienso. Puedes darle otros alimentos como pollo, pavo, ternera, huevo, hígado, atún o salmón.
La semana que viene seguiremos tratando sobre los cuidados del hurón y sus necesidades.