Los conejos se están convirtiendo cada vez más en una habitual mascota, ya que son animales que aportan compañía, dóciles, generan poco trabajo, no ocupan demasiado espacio, etc. En muchas ocasiones, especialmente para gente que vive en un piso o casas pequeñas, adoptar un conejo como animal doméstico resulta mejor que un gato o perro. En función del espacio del que dispongamos, nuestro conejo podrá vivir en una jaula o en una zona habilitada especialmente para ellos, siempre tomando las medidas de seguridad necesarias. Además, existe un número considerable de razas de conejo, entre las que podremos elegir la que mejor se adapte a nuestros intereses: dimensión, tipo de pelaje, hábitat…
Antes que nada, al adquirir un conejo deberemos llevarlo a un veterinario de animales exóticos para que le haga una primera revisión y confirme que tu mascota se encuentra en perfecto estado de salud.
El conejo es un animal que necesita hacer ejercicio, por lo que si lo tenemos dentro de una jaula -siempre de dimensiones considerables-, deberemos sacarlo unas cuantas horas al día para que pueda correr libremente, por ejemplo en una terraza o balcón por la cual no se pueda caer.
Es necesario vacunar a los conejos domésticos contra la mixomatosis, una enfermedad que se transmite a través de pulgas y mosquitos; se recomienda vacunarles cada 6 meses, en primavera y otoño. Además, también es bueno vacunarlos frente a la enfermedad vírica hemorrágica, especialmente si viven varios juntos.
Esperamos que nuestros consejos os hayan servido para los que tenéis un conejo doméstico en casa.