Los tiempos mandan y la seguridad tanto para perros como para sus dueños es una prioridad. Por eso tiempo atrás se impuso la obligatoriedad del chip para perros. Esta fórmula es un conveniente método y obligatorio para tu mascota.
El chip nos permite rastrearlo en caso de pérdida o identificación ante cualquier imprevisto. El chip consiste en un minúsculo microchip insertado bajo la piel de tu mascota con el que queda registrado bajo un número de identificación único, que se encuentra ubicado y guardado en una base de datos.
Con este dispositivo podremos tener acceso a los datos del dueño en caso de pérdida para poder contactar inmediatamente.
El microchip tiene un tamaño muy reducido similar a un grano de arroz que se inserta a modo vacuna, entre piel y músculos. Aunque es un trabajo muy sencillo este debe ser realizado por el veterinario, quienes podrán junto a los centros de acogida de animales, leerlo en caso de pérdida gracias a un escáner de identificación.
Aunque es obligatorio, también existen fórmulas como colgantes para perros con códigos QR de lectura con móviles o incluso collares con GPS incorporado. Las nuevas tecnología sin duda avanzan y ayudan a tener más controlada a nuestra querida mascota.