Durante el verano y, debido a las altas temperaturas, es común buscar formas de mantener a nuestras mascotas frescas y cómodas. Sin embargo, dar cubitos de hielo a los perros para refrescarlos puede no ser la mejor opción y, en algunos casos, podría incluso ser perjudicial para su salud. Hoy, desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles, os hablamos de ello.
– Riesgo de asfixia. Uno de los principales peligros de dar cubitos de hielo a los perros es el riesgo de asfixia. Aunque pueda parecer inofensivo, si el perro muerde un cubito de hielo y lo ingiere rápidamente, podría quedarse atascado en su garganta, bloqueando las vías respiratorias.
– Problemas dentales. Los cubitos de hielo pueden causar daños en los dientes de los perros, especialmente en aquellos que ya tienen problemas dentales o encías sensibles. Morder hielo puede llevar a fracturas dentales o agravar las condiciones preexistentes, lo que resultará en dolor y la necesidad de tratamiento veterinario.
– Estrés térmico. Aunque parezca contradictorio, el consumo de hielo puede provocar un shock térmico en el sistema digestivo del perro, especialmente si su cuerpo ya está muy caliente. Este cambio brusco de temperatura puede causar malestar estomacal, vómitos o, en casos extremos, una torsión gástrica, una condición potencialmente mortal.
– Mejoras alternativas. En lugar de ofrecer cubitos de hielo, es mejor proporcionar agua fresca en cantidades adecuadas y mantener al perro en un ambiente fresco y bien ventilado. Puedes ofrecer golosinas congeladas especialmente diseñadas para perros, que son más seguras y ayudan a refrescarlos sin los riesgos asociados con el hielo.