Te preparas para irte de casa mientras tu perro te sigue por toda la casa adivinando lo que inevitablemente viene después, te despides de él después de sacarle a pasear y haberte asegurado de que tiene todo lo que necesita para pasar el día sin ninguna necesidad. Sin embargo, cuando llegas a casa te encuentras con tus zapatos favoritos destrozados y una queja del vecino por los aullidos del perro.
Si alguna vez te has enfrentado a una situación parecida puede que te encuentres ante un caso de estrés por separación. Se trata de una situación problemática tanto para nosotros como para nuestra mascota, es por ello, que debemos ser racionales y tratar la situación con la delicadeza y la paciencia que merece.
Lo primero que debemos pensar, es que los perros son animales que viven en manada, por este motivo, es común que nuestra ausencia pueda resultarles complicada. Esta semana, te queremos ofrecer algunos consejos para aliviar el estrés por separación.
Acostumbrarle de manera progresiva
La mejor forma de acostumbrar a nuestra mascota a estar sola es gradualmente, poco a poco, primero unos minutos y después unas horas. La separación repentina puede ser traumática.
Pasear antes de irnos
Dependiendo de las energías del perro necesitaremos un paseo mayor o menos, incluso podemos llevarle a jugar con la pelota, hacerle correr para que gaste energías. Una vez el paseo haya cubierto sus necesidades, podremos volver a casa, donde le daremos de comer y beber para que se quede en estado de calma mientras nosotros nos ausentamos.
Dejarle juguetes
Hay una gran variedad de juguetes interactivos diseñados para que estén distraídos en nuestra ausencia. Algunos, cuentan con aberturas en las que colocar premios de manera que al jugar con ellos o lamerlos conseguirán degustar algunas de estas chuches, y de esta forma, estarán entretenidos durante algún tiempo.
No despedirse al salir
Si antes de irnos de casa nos despedimos de él dándole mimos o llamando su atención pensarán que van a venir con nosotros y no entenderán por qué le dejamos en la vivienda. O, por otro lado, entrará en estado de alerta porque nos estamos yendo. Por ello, es mejor no darle importancia al hecho y abandonar la casa con normalidad.