Los erizos son criaturas encantadoras que despiertan la curiosidad de muchas personas. Su apariencia espinosa y su comportamiento nocturno los hacen animales fascinantes. Sin embargo, antes de adentrarnos en su dieta, es fundamental hacer una aclaración importante: en España, la tenencia de erizos como mascotas está prohibida. Este artículo tiene un fin meramente informativo, destinado a entender la biología de estos animales, ya sea en su estado salvaje o en otros países donde su tenencia sí está permitida.
Conocer qué comen los erizos es clave para comprender su papel en el ecosistema y, en el caso de los erizos domésticos, para asegurar su salud y bienestar. Contrario a la creencia popular de que son roedores, los erizos son mamíferos insectívoros, lo que significa que su dieta se basa principalmente en insectos. Son animales omnívoros oportunistas, capaces de diversificar su alimentación en función de lo que encuentran en su entorno. A lo largo de esta guía, exploraremos en detalle qué come un erizo, tanto en su hábitat natural como en cautiverio.
La dieta de los erizos salvajes: Un menú natural y variado
Los erizos salvajes, como el erizo europeo (Erinaceus europaeus), son depredadores nocturnos que se alimentan de una gran variedad de recursos que encuentran en la naturaleza. Su dieta es un reflejo de su entorno, y de qué se alimentan los erizos en su entorno depende de la temporada y la disponibilidad de alimentos.

Su menú natural incluye:
- Insectos y larvas: Esta es la base de su dieta. Se alimentan de escarabajos, orugas, saltamontes y, especialmente, gusanos de tierra. Estos son una fuente fundamental de proteínas para ellos.
- Caracoles y babosas: Son sus presas favoritas y una parte importante de su alimentación, ayudando a controlar las plagas en los jardines.
- Pequeños vertebrados: Ocasionalmente, pueden cazar huevos de aves que anidan en el suelo, pequeños roedores o ranas.
- Frutas y verduras silvestres: Aunque su consumo es menos frecuente, pueden comer bayas, manzanas caídas o setas silvestres para complementar su dieta.
- Hongos: También se ha observado que comen ciertos tipos de hongos que encuentran en su camino.
Esta dieta variada es esencial para su salud y supervivencia en la naturaleza, proporcionándoles todos los nutrientes necesarios para mantenerse fuertes y activos.
La alimentación de un erizo doméstico (fuera de España)
Como se mencionó al principio, la tenencia de erizos como mascotas está prohibida en España. Sin embargo, para aquellas personas que viven en países donde sí es legal, es vital saber que la dieta de un erizo de compañía debe imitar lo más posible la de un erizo salvaje, pero adaptada al cautiverio. La clave es ofrecerles una alimentación erizo equilibrada que satisfaga sus necesidades nutricionales.
Una dieta balanceada para un erizo doméstico debe incluir:
- Pienso específico para erizos: Este debe ser la base de su alimentación. Está formulado para proporcionarles las vitaminas y minerales necesarios. Hay que evitar piensos de perro o gato, ya que no se ajustan a sus necesidades.
- Insectos vivos o deshidratados: Es crucial para complementar su dieta y estimular su comportamiento de caza natural. Los grillos, gusanos de la harina y tenebrios son excelentes opciones.
- Suplementos de proteínas: Puedes ofrecerles, en pequeñas cantidades, carne magra cocida sin sal ni condimentos (como pollo o pavo) o huevos revueltos sin aceite.
- Pequeñas porciones de frutas y verduras: Manzana, pera, melón, zanahoria cocida o calabaza son buenas opciones. Ayudan a variar su dieta y les aportan fibra.
Saber qué comen los erizos de tierra, como el popular erizo pigmeo africano, es crucial para su bienestar. El pienso específico junto con los suplementos e insectos garantiza que su nutrición sea la adecuada.
Alimentos prohibidos y peligrosos para los erizos
Es tan importante saber qué comen los erizos como conocer qué alimentos son tóxicos y peligrosos. Evitar estos productos es crucial para prevenir problemas digestivos o intoxicaciones graves:
- Lácteos: La mayoría de los erizos son intolerantes a la lactosa. El pan mojado en leche es un mito popular, y es muy perjudicial para su salud.
- Pan, arroz y cereales: Son difíciles de digerir y pueden causar bloqueos intestinales.
- Frutos secos y semillas: Representan un riesgo de asfixia y no son fáciles de digerir.
- Uvas y pasas: Son tóxicas para muchos animales.
- Cebolla, ajo y aguacate: Contienen compuestos que pueden ser perjudiciales para su salud.
- Dulces, chocolate y alimentos altos en grasa o sal: Pueden causar problemas de obesidad y otras enfermedades.
Mitos y errores comunes sobre la alimentación de los erizos
Existen muchas ideas erróneas sobre la alimentación de estos animales. Desmentirlas es fundamental para su protección.
Mito 1: Los erizos beben leche. Como mencionamos, la lactosa es perjudicial para ellos. Si encuentras un erizo salvaje deshidratado, lo mejor es ofrecerle un plato con agua fresca, no leche.

Mito 2: Los erizos son roedores. Falso. Los erizos no pertenecen a la familia de los roedores y sus necesidades nutricionales son totalmente distintas. Su dieta es fundamentalmente insectívora, no herbívora.
Mito 3: Se les puede dar comida de perro o gato como base. Aunque algunas personas usan comida de gato como sustituto, no es lo ideal. Los piensos para gatos o perros no están formulados para la dieta específica de los erizos. Los piensos para erizos tienen un perfil nutricional optimizado.
En situaciones de rescate, si encuentras un erizo herido o desnutrido, lo primero es contactar a un veterinario o a un centro de recuperación de fauna. Ellos te indicarán qué come el erizo en un caso de emergencia, pero nunca debes alimentarlo con comida humana sin saber si es adecuada.
Conclusión: La clave es una dieta equilibrada y segura
En resumen, los erizos son animales fascinantes que tienen una dieta especializada. Son omnívoros, pero su alimentación se centra en los insectos. Ya sea en la naturaleza o en cautiverio, una dieta equilibrada es la clave para su salud.
Es vital reiterar la importancia de no alimentar a los erizos salvajes con comida humana. Si encuentras uno, lo mejor que puedes hacer es dejarle un cuenco de agua fresca y, si parece enfermo o herido, contactar con un centro de recuperación de fauna silvestre. Ellos saben cómo actuar de manera segura y profesional.
Si tienes alguna duda sobre el cuidado de la fauna silvestre en tu zona o si necesitas saber qué hacer en caso de encontrar un erizo en peligro, te recomendamos encarecidamente contactar con una clínica veterinaria especializada o una organización dedicada a la protección de animales salvajes.