Los gatos pueden bufar por varias razones y desde Clínica Veterinaria Ciudad de los Ángeles queremos hablaros de ellos para que los entendáis mejor.
Lo que no se puede negar es que cuando un gato da un bufido es porque se siente molesto. Puede ocurrir mientras lo estás acariciando porque no tenga gana de que lo hagas, o que lo subas a tu regazo y tampoco le apetezca estar ahí. Sin embargo, hay que estar alerta porque puede estar avisándonos de cosas más serias.
El bufido no tiene porqué ser sólo un sinónimo de agresividad, también puede hacerlo por enfermedad y, por ello, hay que saber identificarlo. En cualquier caso, no hay que castigar al animal en ese momento porque se ha visto que no sirve de mucho, más bien es lo contrario porque podría empeorar la situación. Como os indicamos, si el gato bufa es porque algo le está ocurriendo.
Lo mejor es que les demos un poco de espacio mientras tratamos de descubrir qué es lo que le ocurre al animal. Tienes que tener en cuenta que, en caso de tratarse de una señal de agresividad también veremos lenguaje corporal: prepararse para saltar, orejas rectas y hacia atrás, que muestre los colmillos…No obstante, si el gato está sufriendo cambios recientes, es posible que su comportamiento se vea afectado, haciendo que puedan llegar a sentir miedo o confusión. Si por el contrario el gato siempre es cariñoso y empieza a mostrar todo lo contrario, plantéate que esté sufriendo alguna enfermedad que le cause bastante dolor.